Mariano Martínez: Un Tributo a Attaque 77 y un Romance Sorprendente con Valeria Lynch – “En esta historia, ella lleva la batuta”

En un giro inesperado, el talentoso Mariano Martínez nos sorprende no solo con un emotivo homenaje a Attaque 77, sino también con una relación que desafía convenciones. Con la frontalidad que caracteriza a nuestro rock, Martínez nos revela: “En la relación, la joven es ella”, un comentario que promete dar mucho de qué hablar en la escena. ¿Qué nos depara este apasionante encuentro entre generaciones?

Publicado: 30 / 10 /2025





Mariano Martínez la noche que tocó “Hacelo por mí” en el programa de Fer Dente. El tema forma parte del disco “El cielo puede esperar”, que cumple 35 años.

“Es un proceso de ir entendiendo situaciones nuevas”, afirma Mariano Martínez, voz y guitarra histórica de Attaque 77, sobre su etapa como solista. A medida que se aproxima el gran espectáculo en el teatro Vorterix para conmemorar los 35 años de El cielo puede esperar, suena la nostalgia y la mirada crítica. Attaque 77, uno de los pilares del rock argentino, ha sido la incubadora de una carrera que ahora toma un rumbo personal.

DATO RELEVANTE 1: “El cielo puede esperar”, lanzado en 1990, no solo fue un fenómeno comercial; también halló su hogar en el corazón de toda una generación, convirtiéndose en un disco emblemático que marcó una época.

DATO RELEVANTE 2: La salida de Ciro Pertusi que generó incertidumbre sobre el futuro de Attaque 77, pero resultó en una evolución sonora que revitalizó la banda y propulsó a Martínez a un nuevo reto: liderar como cantante tras décadas de ser uno de los pilares del grupo.

DATO RELEVANTE 3: La colaboración con Valeria Lynch ha sido un capítulo significativo en la vida de Martínez, donde no solo intercambia letras y melodías, sino también aprendizajes vitales en el arte de conectar con la audiencia, redefiniendo su propia expresión musical.

“En una banda, el grupo te contiene. De repente, ir uno con su nombre al frente es una situación rara después de décadas”, reflexiona, haciendo evidente que la transición no ha sido sin desafíos. Pero la libertad artística es el nuevo mantra que lo guía: “Es como salir de una situación que ya estaba establecida y tirarte un poco a la pileta”. Esa búsqueda constante sigue marcando su camino, en una mezcla de rock, pop y una dosis de nostalgia.

Con el viento a favor, el desafío se amplía: el 29 de noviembre promete un regreso a las raíces, cuidando minuciosamente los arreglos que forjaron la esencia de El cielo puede esperar, con la promesa de revisar el pasado, pero también de mirar hacia el futuro. Un futuro que Martínez parece abordar con audacia: “Me siento con más libertad”, asegura, mientras cultiva una conexión genuina con un público que ha evolucionado junto a él.

La espera por la celebración de esa noche es palpable. “Hacelo por mí”, ese himno que resonó en los rincones de Argentina, pasó de ser un peso en su mochila a una medalla que le recuerda el amor del público. “Hoy entiendo por qué pasó, pero antes no entendía nada”, confiesa con una sonrisa.

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